PRELUDIO.
Ray F. Young, Estaba tumbado en
la cama de su dormitorio con la mirada perdida en los cuadros que decoraban
aquella pequeña estancia. La televisión sonaba como fondo de una banda sonora
cuya única pretensión era vencer el insomnio que invadía a Ray.
Aquel Loft era la vivienda
habitual de Ray, siempre que este se encontraba en Barcelona. Situado en el
barrio de Las Corts, muy cerca del Nou Camp era su refugio cuando debía pasar
largas temporadas en la ciudad Condal. Este mini apartamento lo adquirió con
los beneficios de un encargo que le hicieron algunos años atrás. Paralelamente
compró un amplio chalet en primera línea de mar en la Costa Brava. En ambos
gastó un dineral en decorarlos y amueblarlos con los muebles mas escogidos del
mercado.
Su trabajo le obligaba a
permanecer largas temporadas por diversos países del mundo. Y en alguno de
ellos tenia residencias permanentes. Era caprichoso en cuanto a los objetos,
cuadros y muebles de decoración que solía adquirir en los sitios más remotos y
exclusivos de países lejanos.
Sus honorarios le permitían darse
esos lujos, otra cosa era el poder justificar el dinero que invertía, ya que la
mayoría de sus ingresos los recibía a través de paraísos fiscales y solo el
hecho de poseer un negocio de antigüedades y arte, le permitían blanquear parte
de la numerosa fortuna que poseía en países sin impuestos sobre depósitos
monetarios.
Esta claro que el dinero no era
un problema para Ray, aunque en realidad este tampoco era su verdadero nombre,
siempre adoptaba distintas personalidades según le conviniera para cumplir sus
exclusivos y caros encargos.
Debían ser casi las tres de la
mañana cuando su iphone sonó sobre la mesita de noche avisándole de la entrada
de un mensaje. Enseguida dedujo que el mensaje debía proceder de Estados
Unidos, este era escueto pero muy claro.
“Mañana deberías coger un vuelo a
Lisboa”
“Ingresado 50% de la tarifa en tu
cuenta del Banco de las Islas Caimán”
“Una vez te encuentres en Lisboa,
recibirás instrucciones”.
Se alegró de aquella noticia,
pues en realidad llevaba demasiado tiempo inactivo y estaba demasiado ocioso para
una persona acostumbrada a la acción.
Preparó su escaso equipaje, y se
sentó en el ordenador para localizar un vuelo a Lisboa para el día siguiente. Una
vez realizadas ambas tareas se acostó, programando el despertador a las 9 de la
mañana.
VOLVIA A EMPEZAR LA ACCION…
Continuara...
Continuara...
NOTA DE AUTOR.
En esta entrada en mi blog
pretendo incorporar una manera nueva y distinta de presentaros lugares que he
visitado, a través de historias de ficción contadas en relatos cortos que
mantengan vuestro interés, y que al mismo tiempo os sea de utilidad a la hora
de visitar esos sitios que intento describiros.
Como siempre agradeceré vuestra
opinión, críticas, correcciones e incluso alguna alabanza siempre que lo creáis
conveniente.