A MIS AMIGOS.
Soy consciente de que
el Shangri-La, no existe, es solo una quimera que
persigue el hombre siempre en busca de una forma de vida ideal. Donde todos
puedan pensar libremente, expresarse con libertad, rodeados de un entorno
maravilloso en donde reine la paz y la armonía.
Tengo claro que
conseguir una Catalunya independiente es tan utópico o difícil como puede serlo
para mis amigos los tibetanos. Aunque creo que nosotros después de ese glorioso
11 de Septiembre estamos más cerca de conseguirlo.
No quisiera basar mi ideología
separatista, apoyándome solo en la milenaria historia que respalda mi teoría de
un país libre, ni tampoco en la necesidad de preservar una lengua y una cultura
que nos define y diferencia, es algo mucho mas simple, pero real como la vida
misma, el convencimiento y el orgullo de sentirme de un lugar que considero
propio.
No puedo evitar el
pensar que un día nos arrebataron todo aquello por lo que habíamos luchado. Y
aunque entonces no nos quedó otra que el doblegarnos, huir o morir. Hoy pasado
mas de 50 años y perteneciendo políticamente a un país donde presumen de
libertad de expresión, y de democracia, no puedo mas que levantar mi grito de
independencia a los cuatro costados.
Por circunstancia de la
vida y por supuesto por mis muchos años, esta me ha enseñado, que hay tiempos
de paz y otros de guerra, que existe la felicidad y el dolor. Pero ambos la Paz
y la Felicidad no se consiguen sin sufrimiento.
Pero en los tiempos
actuales ya nadie debería avergonzarse de ser homosexual, blanco o negro, católico o musulmán, hombre o mujer, gallego,
andaluz o vasco y por supuesto catalán.
Pensar por un momento
en los cientos, por no decir miles de matrimonios que se rompen cada día,
imaginaros que por una absurda ley se les obligara a permanecer juntos para
toda la vida, evitando así que ambos puedan encontrar la felicidad por
separados. ¿No os parece un atraso?.
No opináis que la vida
es demasiado corta para desperdiciarla al lado de alguien al que ya no queremos…
Queridos amigos
Españoles, os pido perdón por no pensar igual que vosotros, por haber nacido en
este pequeño País al que quiero y con el que me siento identificado. Os pido
perdón por no sentirme Español, ni Frances, ni Portugués y por tener la gran osadía
de sentirme catalán hasta la medula, y por no haber podido callarme durante mas
tiempo y hacer aflorar unos sentimientos que muchos de vosotros no podéis o no
queréis entender y se que a algunos os puede doler o indignar, pero así es la
vida y llega un momento en la vida de una persona, en que debe reivindicar sin
miedo su ideología duela a quien duela.
Lo que quiero
clarificaros amigos del alma, que mas allá de todas las ideologías, mas allá de
cualquier frontera y a pesar de lo que puedan querer nuestros dirigentes sean
del lado que sea, mi amistad y lealtad para con vosotros nunca se romperá, al
menos por mi parte. Aunque estoy convencido de que esto ya lo sabéis.
Un abrazo a todos desde
un pequeño pueblecito del Pirineo, que se declara municipio independiente de
España.